Construyendo un futuro más saludable: El papel de los materiales para construcción en la calidad del aire interior
Nuestros hogares y lugares de trabajo representan un espacio esencial en nuestras vidas. Aquí pasamos gran parte de nuestro tiempo, y por ello la calidad del aire en estos espacios puede tener un impacto significativo en nuestra salud. Pero, ¿sabías que los materiales de construcción tienen una influencia directa en la calidad del aire que respiramos?
La calidad del aire interior y los materiales de construcción
Los materiales de construcción no son simplemente una cuestión de estética o resistencia. También pueden contribuir a los niveles de contaminantes del aire interior, entre los que se encuentran los compuestos orgánicos volátiles (COV) y el formaldehído.
"Los materiales de construcción pueden liberar sustancias químicas al aire interior de los edificios, y algunos de estos compuestos pueden ser perjudiciales para la salud".
Esto significa que la elección de los materiales de construcción puede tener un impacto en el bienestar y la salud de las personas.
Hacia un futuro de construcción más saludable
Afortunadamente, la industria de la construcción está evolucionando y cada vez más se están adoptando materiales y técnicas de construcción más sostenibles y saludables. Algunos fabricantes de materiales están trabajando para reducir la cantidad de COV y otros contaminantes en sus productos.
"El objetivo es construir espacios saludables para vivir y trabajar, y los materiales de construcción saludables son una parte importante de esto".
Además, existen regulaciones y certificaciones, como el sello WELL Building Standard, que premian a los proyectos de construcción que consideran la salud y el bienestar de las personas junto con la sostenibilidad del medio ambiente.
Conclusión
Para construir un futuro más saludable, es esencial que prestemos atención a los materiales de construcción que utilizamos. Los materiales saludables no sólo son buenos para el medio ambiente, sino que también ayudan a mejorar la calidad del aire en el interior de los edificios y, en última instancia, nuestra salud y bienestar.
